miércoles, 3 de febrero de 2016

La luz al final del túnel

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La última entrada que escribí en este blog fue cuanto menos... Deprimente. Sí, admitámoslo. Deprimente. 

Hace ya casi dos años que lo hice, y en aquel momento, no me encontraba especialmente bien. Me sentía una perdedora. Una inútil. Tonta, vaga, y dependiente de los ánimos que pudieran darme los demás. Sentía que jamás iba a terminar la carrera. Que si tanto me había costado quizá es que no era lo mio.

Me decían, hasta el hartazgo, que me dejara de boberías. Que yo podía. Y más llena de pesimismos que de otra cosa me forcé a seguir adelante, paso a paso, y lamentando cada dos por tres el haber perdido el tiempo, esforzándome en compensar lo que no hice, en conseguir pequeñas metas, una a una, hasta acabar donde estoy hoy ahora. 

Y hoy, las cosas son radicalmente diferentes. 

He entrado en mi blog, no como una sombra hastiada que se arrastra para venir a quejarse. He entrado con la cabeza alta, y satisfecha de mí misma. Porque puedo decir que lo he conseguido. Porque he dejado el ciclo vicioso atrás. Y porque en tres días  me voy a presentar al que al mismo tiempo es un examen más y el monstruo verde al que pienso acribillar, salga yo bien parada o no. El MIR. 

No voy a entrar en un discurso excesivamente motivacional, porque no es lo mio. Pero me he releído a mí misma. He leído los comentarios de quienes generosamente me compartieron su propia experiencia. Gente, que a pesar de no recibir respuesta (perdón por no contestar los comentarios) me hizo sentir un poco menos sola en mi coyuntura. Gente sin nombre, y sin cara, que se abría a mí, y reconocía sus propios errores y también se lamentaba, y que en definitiva depositaba una parte desu propia esencia aquí, en mi blog, en forma de comentario espontáneo.

He leído todo eso, y creo que debo una respuesta. Creo que todo el mundo merece saber que se puede salir. Que se puede vencer esa pesadez que uno siente cada vez que tiene que enfrentarse a sus propios problemas. Que se puede disipar esa nube negra que sólo te susurra cosas desmoralizantes. 

No hubiera imaginado, ni de lejos, que hoy tendría en posesión un título. Que viviría en otra casa. Que la carrera a estas alturas sería algo casi ya del pasado. 

Tengo una prueba dura aún por delante, y sería necia si dijera que no me da miedo enfrentarme a ella. Pero el sólo hecho de estar aquí para hacerla, es todo un logro para mí. Uno que me hace quererme y sentirme orgullosa de mí misma.

martes, 15 de abril de 2014

Ser repetidor

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Cuando estudiaba en el colegio, o en el instituto, todo eso de repetir curso y suspender asignaturas sonaba tenebroso y alienígena.

Yo, como suele ocurrir con quien acaba entrando en mi carrera, era más bien de aprobarlo todo, y estaba acostumbrada a obtener buenos resultados. Estaba acostumbrada a esforzarme a niveles medios, y obtener algo positivo a cambio. Lo único realmente difícil de este tramo, visto ahora desde lejos, fue lidiar con el fantasma de la PAU que tan bien supieron nuestros profesores meternos en el cuerpo. 

Nunca supe lo que era ir a septiembre. Nunca supe lo que era sentirse realmente frustrado en el plano académico. Nunca me planteé ni por asomo que podía repetir ese año, o que estudiar bachillerato no era lo mio. Nunca me planteé este tipo de cosas, ni comprendí a quienes debían planteárselas, hasta que llegué a la facultad.

Para alguien que no está acostumbrado al fracaso, como era mi caso, el primer año de carrera puede ser muy duro. La universidad, lejos de lo que podía ocurrir en el colegio, o en el instituto, donde tenías a un tutor que se preocupaba por ti, o al menos fingía que lo hacía, donde los profesores se reunían para debatir sobre qué hacer para arreglarte el futuro, es toda una lección de supervivencia. Es una lección sobre ti mismo y sobre tus verdaderas habilidades. Es un búscate-la-vida-que-ya-es-hora o fracasa. 

Hay quien capta en seguida el concepto. Hay quien renquea un poco, pero le ve las orejas al lobo y decide esforzarse en seguir adelante, y hay quien no logra adaptarse. Y en esta última categoría, señores, entraría yo.

Dos años de mi vida, casi tres, tirados a la basura. ¿Por qué? Por pura frustración. Por ser incapaz de salir de un ciclo vicioso consistente en: suspender un examen- deprimirse- no estudiar adecuadamente para el siguiente- suspender y lamentarse- deprimirse más- nuevamente, no estudiar de la forma más adecuada- suspender. Y así hasta el infinito, hasta que un día te sientas a mirar tu expediente académico de los últimos dos años y te preguntas qué demonios estás haciendo con tu vida.

E incluso te planteas que quizá lo que estudias no es lo tuyo. Te sientes terríblemente tentado de tirar la toalla. Te sientes inútil. Tonto. Estúpido al cuadrado.

Sé por qué llegué a esa situación. Es una larga historia con muchos factores predisponentes al fracaso de la que no es necesario hablar. No quiero excusarme, porque sé que no me esforcé lo suficiente entonces.  No puedo decir con claridad qué fue lo que me impulsó a salir de esa situación. Quizá una mezcla de ayuda externa y consciencia propia del asunto. Supongo que en este punto debería decir que le debo bastante a quien no dejó de confiar en que yo tarde o temprano saldría adelante.

La cuestión es, y precísamente a este punto es al que quería referirme, que ahora pago las consecuencias. 

¿Y qué consecuencias puede tener estancarse durante un tiempo? ¿Qué puede conllevar quedarse atrás? A parte de una considerable pérdida de tiempo, acarrea ciertos matices sociales y personales. Tus compañeros, "inconscientemente", empiezan a responzabilizarte de las tareas más sencillas en los trabajos de grupo, porque no has demostrado grandes aptitudes académicas durante ese tiempo y por ende piensan que puedes echarlo todo a perder. 

Eres y siempre serás esa persona de la promoción anterior que no pertenece a la clase en la que te encuentras. Eres casi la persona de mayor edad que va a esa asignatura que te queda de primero, después del profesor y de los matriculados a través del cupo de mayores de 25 años. 

Y aquellos que eran tus amigos. Aquellos con los que compartías los ratos en la cafetería, las anécdotas de las horas de clase y las horas infernales de biblioteca y estudio, se van. Siguen adelante. Cambian de vida, de amigos. Encuentran un oficio. Y mientras tú sigues en la facultad, y aunque ahora seas consciente de que metiste la pata hasta el fondo cuando empezaste, aunque ahora estés tratando de arreglarlo y hayas sacado tu pierna de ese socavón que tú mismo cavaste, es difícil no lamentarse de vez en cuando. 

Porque es un tanto triste entrar en la cafetería y darte cuenta de que no conoces a nadie. Es triste que no tengas preferencias en cuanto a con quién sentarte en clase, porque realmente no suele haber nadie que te alegre más o menos el día. Es incómodo responder una y otra vez a las mismas preguntas: ¿Cuántas te quedan? ¿Acabarás por fin este año?  

Y es estresante vivir con la expectativa de tu familia y tus amigos a las espaldas. Todos esperan que lo hagas, están casi seguros de que lo vas a conseguir. Y cada último examen, cada final, es como esperar esa sentencia penitenciaria que hará que todos se sientan decepcionados contigo. 

Te dices que lo haces por ti mismo. Y en parte es verdad. Pero en parte no. ¿Qué demonios? ¿A quién no le gusta ni siquiera un poco el reconocimiento entre sus semejantes? Y al mismo tiempo te sientes mal, por el hecho de que si tú apruebas es "especial" y no "lo normal".

En cierto modo, es una situación que te hace propenso a la insatisfacción personal. 

Así que... Futuros y futuras doctoras, y doctores. Háganme caso, y no se dejen ir. La cafetería, las partidas de cartas y las fiestas de los fines de semana son muy atractivas. Como también lo son los juegos online, el rol y los libros que no son precísamente académicos, para quien es un pelín más friki. Pero el precio es alto. No vale la pena desperdiciar los años en frustraciones y distracciones, y cuanto más tarde uno en darse cuenta de que sólo está tirando su tiempo a la basura, más lo va a lamentar y más fuera de lugar se va a sentir después.

Sé que esta entrada puede resultar algo depresiva, pero ya saben. Mi blog siempre ha sido mi catarsis, de alguna forma, y hoy me siento un tanto frustrada. 

Al menos he vuelto a escribir aquí después de meses XD Menos es un palo, ¿no?

viernes, 24 de mayo de 2013

Lovely Blog Award

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Después de un tiempo relativamente largo de ausencia, vuelvo a aparecer por aquí tras haber sido nominada por BlackZack para hacer este pequeño cuestionario.

En primer lugar, debo agradecer a mi compañero de penurias universitarias que se acordase de este blog abandonado de la mano de Dios.  Y tras proporcionar los agradecimientos pertinentes, vamos a ello:



¿Cómo se te ocurrió el nombre del blog? ¿Tenías otras alternativas? 

Bueno, cuando decidí abrir este blog, tenía muchos nombres en la cabeza, a cual más místico o fashion. Pero el karma quiso que cada nombre que se me ocurría fuese uno que ya estaba en uso (debe ser que no me encontraba yo en mi momento de mayor originalidad) Ahora mismo no sabría decir qué otras alternativas probé antes de llegar al nombre actual, pero puedo asegurar que fueron muchas. 

Al final, harta de probar y probar, dejé de pensar y puse lo primero que se me vino a la cabeza "disturbiosturbios". Y bueno, supongo que no quedó tan mal para ser un juego de palabras improvisado.

El título del blog sí me lo pensé un poquito más, y viene a ser una autocrítica, ya que la paciencia no es una de mis virtudes. 

 ¿Cuál fue la razón inicial para crear un blog?

Ya tenía otro blog cuando abrí "Despacito y con buena letra". Pero la temática no encajaba mucho con mis ganas de despotricar sobre muchas cosas y no me servía para verter del todo mis frustraciones y mis ideas. Así que abrí otro para publicar contenido variado, para poder quejarme a gusto y poner cosas que fuesen de mi interés sin que tuvieran que ceñirse a una temática concreta. 

¿Cuál es la entrada que más éxito ha tenido y cuál crees que puede ser la razón?

La entrada más visitada de mi blog es "Gastroenteritis veraniega". Supongo yo, que tiene tantas visitas porque cada verano más de uno se bebe media piscina, y los malvados adenovirus se hacen dueños de los tractos digestivos de un porcentaje importante de la población. O que con el calor es más probable que uno acabe comiendo cosas que no están en buen estado y acabe pillándose una gastroenteritis. ¿Y qué va a hacer uno cuando está enfermo en su casa sin poder hacer nada más que mirar el tiempo pasar entre visita y visita al baño? Googlear. 

¿Cómo crees que tu blog te beneficia en el día a día, si lo hace?

Bueno, para mí escribir en este blog es una especie de catarsis personal. De modo que, muchas veces, después de verter por aquí todas mis frustraciones, me quedo más tranquila y veo las cosas de otra forma. 

¿Qué idioma te encantaría estudiar y nunca has tenido la oportunidad? ¿Y alguna asignatura que nunca entró en tu plan de estudios, pero que te habría gustado cursar?

Me encantaría aprender Japonés. Digamos que tuve una época algo otaku y veía ingentes cantidades de anime, y siempre sentí cierta envidia de la gente que era capaz de traducir y subtitular las series que veía. Además, considero que el idioma es muy expresivo y suena tremendamente bien. 

En cuanto a asignaturas que me hubiese gustado estudiar... Desde que decidí escoger ciencias, eché en falta algo más de variedad en mi vida. Me acuerdo que mis compañeros de letras tenían asignaturas con pinta muy interesante, como taller de literatura o historia del arte. Luego veo determinadas asignaturas de otras carreras que me parecen infinitamente más interesantes que algunas de la mia, como por ejemplo la optativa de Mitología clásica que se oferta en algunas carreras de letras de mi Universidad, y me da envidia no poder cursarlas sin tener que desdoblarme temporalmente (y no tengo un giratiempo así que no me es posible hacerlo)

¿Qué aspectos o hechos te molesta más que la gente en general desconozca o tenga mal asimilados acerca de tu profesión?

Ya BlackZack ha hecho referencia al hecho de que aún nuestros pacientes siguen, en muchos casos, tratando mejor o dándo un mayor crédito a lo que dice un Licenciado en Medicina que a lo que dice una Licenciada en Medicina. De manera que en ese aspecto no voy a extenderme. 

Hay otras cosas que también me molestan bastante. Un ejemplo claro es el intrusismo profesional malintencionado. La gente que se aprovecha de las situaciones desesperadas y vende remedios milagrosos o terapias "alternativas" a personas que harían cualquier cosa por salvar a alguien a quien quieren o salvarse a ellos mismos. 

También me disgusta bastante la facilidad con la que el público medio da muchas veces crédito a publicaciones que no tienen ni pies ni cabeza ni tampoco estudios que puedan contrastar aquello que defienden. Véase cadenas de facebook que hablan de la "Graviola" como fruta 10000 veces más potente que la quimioterapia (me gustaría saber quién fue el ingenioso que escribió tal cosa, porque cualquiera que se tome algo 10000 veces más potente que los medicamentos usados en la quimioterapia estaría muerto), o que desacreditan la vacunación infantil (se ve que la gente se ha olvidado de que hasta hace más bien poco los niños morían de sarampión y la polio dejaba a muchos con graves dificultades a la hora de desempeñar sus actividades diarias para toda la vida), o que hablan de cómo nosotros los malvados científicos y médicos hemos descubierto la cura contra el cáncer, que es el extracto de guaraná verde fluorescente, y sin embargo lo guardamos para nosotros mismos porque queremos que toda la población muera irremediablemente. 

¿Qué mejorarías en la carrera que estudiaste para que te preparara de forma más eficiente para el mundo laboral?

Hay demasiada paja en la teoría. Quitaría mucho contenido no tan relevante, y lo dejaría en manos de la formación especializada que llega al finalizar la carrera. Las horas que se ahorrasen de teoría al quitar todo ese material del que nadie se acuerda al terminar Medicina, las emplearía en prácticas.

Y mejoraría el sistema de prácticas para que los tutores y los alumnos tuvieran, respectivamente, que alcanzar unos objetivos docentes. 

¿Cuáles tus asignaturas favoritas en el colegio? ¿Y las más odiadas?

Mis preferidas fueron Lengua y Literatura, Inglés, Filosofía, Cultura Clásica y Biología. 
Las más odiadas fueron Edudación Física, Música (tocar la flauta no era lo mio), Francés y Matemáticas.

¿Qué opinas de la necesidad de estar presente en las redes sociales?

Que nos hemos vuelto tan dependientes de ellas que hoy en día si no tienes perfil en ninguna estás desactualizado con respecto a muchas cosas. Los amigos quedan por facebook o whatsapp, los trabajos de grupo se acuerdan por grupos de facebook, la gente envía resúmenes y apuntes útiles a través de la red... Estar desconectado es estar casi condenado a la marginación y a tenerlo todo más difícil. 

Si tuvieras que hacer un proyecto de investigación, ¿sobre qué sería?

Me atrae mucho el tema de las nuevas enfermedades y las posibilidades que éstas puedan tener de causar estragos en la población mundial. Investigar sobre posibles nuevas pandemias sería una buena opción para mí.

¿Cómo trabajas en tu blog? ¿Planificas con tiempo las entradas que vas a escribir o lo haces cuando te viene la inspiración y las publicas al instante?

Este blog es para mí un divertimento, más que una obligación. Intento poner alguna entrada de vez en cuando, pero más bien escribo cuando siento que quiero hacerlo y no me preocupo si no tengo tiempo o si no me siento inspirada. Ya habrán épocas de más productividad literaria XD. 

En fin, supongo que hemos terminado, ¿no? Ahora toca señalar a los próximos culpables, es decir, nominados XD

  • Al Blog Im-perfectas, cuyas autoras me proporcionan ratos de lectura agradable y que considero un blog de mujeres reales que dan diferentes puntos de vista de asuntos muchas veces interesantes.
  • A Cuentos íntimos, de Paty C.Marin, una chica que escribe divinamente bien y que hace suspirar a más de una de nosotras con sus relatos, a la cual sigo desde hace bastante tiempo y que nunca me defrauda con sus entradas. 
  • A Mamá contracorriente, cuyo blog sigo desde tiempos antiquísimos y del que, estoy segura, sacaré grandes lecciones en mi vida futura. 
Y al resto de mis posibles nominados me los ha quitado BlackZack, así que, todos los que han sido nominados por él deben considerarse nominados por partida doble XD.

¡Y eso es todo amigos!

sábado, 2 de febrero de 2013

Que la fuerza les acompañe MIR

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Como estudiante de medicina, he sufrido de primera mano lo arduo de este camino. Jornadas intensas de estudio y aislamiento social, resultados que no concuerdan con el tiempo invertido, asignaturas que se atragantan, situaciones psicológicamente crudas en prácticas, enfermedades, síndromes, signos patognomónicos, fármacos, diagnósticos diferenciales...

En esta carrera que amamos como buenos masoquistas, poco nos es regalado, pero con el paso de los años, se ve la luz al final del túnel. Las asignaturas se van superando, tarde o temprano, y te encuentras al borde del fin, con la gran prueba de salto que supone el examen MIR.

Hoy yo no tengo que enfrentarme al que probablemente sea el mayor reto de nuestra vida universitaria. Pero muchos con los que he compartido penurias de médico en potencia sí. Y sobre todo, una de las personas que más me importan en el mundo, aquella a la que quiero a mi lado toda la vida. 

En a penas una hora y media, estará vertiendo todo su trabajo sobre un papel. Le he deseado suerte, pero creo que no la necesita. Tengo un buen presentimiento, pero debo reconocer que estoy nerviosa, aunque esto no se lo he dicho, por supuesto.

Pase lo que pase, he visto lo sufrido de su trabajo durante estos últimos meses. Me sentiría igual de orgullosa si sacase un 100 que si sacase un 10000 (aunque sabemos que eso no va a ocurrir). 

Mucha suerte a todos los que hoy se enfrentan a lo mismo. A mí ya me tocará.

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Poniéndole BSO al día a día: joyas escondidas en las bandas sonoras.

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A parte de las mujeres que tocan instrumentos de cuerda, tengo otra ligera obsesión musical (otra entre muchas). En esta ocasión, se trata de poner en busca y captura toda banda sonora que me gusta en una película o serie. "Googleo" y "Youtubeo" sin parar hasta dar con el objetivo, y en cuanto descubro al autor busco y rebusco sobre él (o ella) para digerir sin interrupción todo lo que puede ofrecerme. Tras regurgitar lo que no es de mi agrado, me quedo con lo mejor de cada uno. Y así he logrado hacer una buena colección de bandas sonoras y de compositores y cantantes buenísimos y en muchas ocasiones poco conocidos. 

Dados mis gustos, la mayoría del material que he encontrado está relacionado con películas y series de animación Japonesa (anime, vamos) pero supongo que aunque muchos sean reticentes con eso de ponerse a ver "dibujitos", la música trasciende de ese tipo de discusiones y entra en otros varemos distintos. De manera que procedo a compartir un poco de lo que tanto me ha gustado encontrar:

Kawai Kenji- Descubrí por primera vez a este autor cuando vi Fate/Stay Night. Luego descubrí que también había compuesto gran parte de la banda sonora de Ghost in the Shell, y de otras muchas series (hasta hay algún tema de él en Death Note) Sin duda, las canciones que más me gustan de toda su obra, son éstas:



"Reincarnation", de la banda sonora de Ghost in the Shell

"Follow me", de la banda sonora de Ghost in the Shell Innocence

"La sola", de la banda sonora de Fate/Stay Night



Origa- Siguiendo con el hilo de Ghost in the Shell, descubrí a esta cantante gracias a la intro de las dos distintas temporadas de la serie. Son simplemente geniales. Este sería el primero, y el título de la canción es "Inner Universe"

El segundo, como he dicho, también está interpretado por Origa y la canción se llama "Rise"


Kajiura Yuki- Es mi compositora preferida. La descubrí cuando empecé a ver Tsubasa Reservoir Chronicles, y si bien esa serie fue un proyecto algo malparado, la banda sonora siempre fue magnífica. También compuso la banda sonora de otras muchas series, entre ellas Noir, a cuya banda sonora soy adicta.

"Salva Nos II" de la banda sonora de Noir

"Secret Game" de la banda sonora de Noir

"Canta per me" de su disco Fiction

Yoko Kanno- Era imposible que no me topase con ella. Ha participado en la banda sonora de series como Ghost in the Shell, Cowboy Bebop, Card Captor Sakura y Wolf's Rain. También ha proporcionado música a la película de Cowboy Bebop y a la de Escaflowne.


"Strangers" de la banda sonora de Wolf's Rain

"Moon" de la banda sonora de Turn a Gundam

"Sora" de la banda sonora de Escaflowne(Película)

 Hay otros muchos que debería incluir en este post, pero creo que es demasiado específico como para poder alargarme mucho sin que resulte tedioso. Estos son, a mi juicio, los más destacables. Como siempre, aclaro que esto es una selección subjetiva. Si alguien quiere ampliar mi lista ¡bienvenido sea!


jueves, 15 de noviembre de 2012

Personas que dicen ser "buenas"

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No puedo evitarlo. A mí eso de que alguien me ande diciendo lo buena persona que es, me huele mal. Y no, no hablo de situaciones en las que alguien se lamenta por haber sido ingenuo. Hablo de conversaciones corrientes del día a día.

Me entristece en cierto modo. A lo mejor esa persona me caía más o menos bien, pero, de repente me doy cuenta de recurre a esa muletilla de "es que yo soy súper buena persona" con frecuencia. Y me pongo negra. 

En mi opinión, alguien verdaderamente bueno lo habrá demostrado lo suficiente con actos como para no tener que recalcarlo con las palabras. Caer en decir lo buena persona que eres puede interpretarse de muchas formas negativas, como "tienes un ego obeso, y no eres capaz de ver tus propios fallos" o "si tanto quieres recalcar que eres buena persona, es porque realmente no estás seguro de ello"

En cualquier caso, a mí me huele a chamusquina, a gato encerrado. Mi instinto me lleva a guardarme de esa persona. Inconscientemente pienso que hay algo "roto" ahí dentro, que debe tener algún rejo chungo que va a aflorar cuando haya más confianza. 

No logro imaginarme a Teresa de Calcuta o a Mahatma Gandhi diciendo "eh oye, que yo soy super buena persona", por poner un ejemplo de gente a la que comúnmente se la considera buena en esencia. No creo que necesitasen decirle al mundo algo así, porque era algo que se sabía sin necesidad de recalcarlo. Y para mí este ejemplo es extendible al resto de la sociedad. Uno demuestra que es "bueno" por sus actos, no por decir que lo es, y decirlo te hace ser "menos bueno" (sé que lo correcto sería decir "peor", pero uso esas palabras para remarcar adecuadamente lo que quiero decir), porque caes en la vanidad, en un narcisismo que resulta bastante desagradable. 

Supongo que una debe darle a estas personas el beneficio de la duda, es lo justo. Pero debo confesar que me cuesta, cuando al escuchar esa muletilla todo mi instinto se pone alerta y me dice "cuídate de esa persona porque aquí hay algo raro". 

En fin, paranoyas de un jueves por la tarde. Lo que da de sí aburrirse por estudiar XD

PD: Por cierto, ¡sigo viva! hace mucho que no actualizo este blog, pero he andado falta de inspiración, como quien dice, y nunca me lo he tomado como obligación porque dejaría de tener su gracia. Siento la larga ausencia.

martes, 22 de mayo de 2012

Sobre las huelgas en general, y la de estudiantes en particular

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No suelo inmiscuirme en temas políticos dentro de mi blog, porque sigo fielmente aquello de "es mejor no hablar ni de política ni de religión" no quiero que me lluevan piedras, y siempre alguien va a sentirse aludido y/u ofendido al tratar estas materias.Pero hoy voy a hacer una excepción. Porque llevo toda la tarde viendo en periódicos online, en twitter y en facebook algo que me parece horrible.

Llevo toda la tarde leyendo comentarios sobre la huelga de mañana, esa que se va a hacer debido a los recortes en educación y sanidad. Me parece perfecto que quien sea se quiera manifestar en contra de las medidas del gobierno y apoyo totalmente el derecho a huelga, pero al igual que a los que se manifiestan se les ha de respetar, y hay que asumir que tienen derecho a manifestarse, se debe respetar a aquellos que deciden no manifestarse.

Porque a muchos se les olvida que estudiar también es un derecho. Y me molesta mucho, muchísimo, que un grupo de huelguistas se dediquen a mirar por encima del hombro y a tratar de esquiroles lameculos del gobierno e hijos de papá a quienes no se manifiestan por un motivo u otro.

Aclaro que no me refiero a todos los huelguistas, pero sí que hay unos cuantos con esta actitud. Si claman por los derechos de los estudiantes, a mi parecer están siendo contradictorios consigomismos al mirar mal a alguien por ejercer su derecho a estudiar y recibir una educación. 

Es importante luchar sí, pero hay luchas a menor escala que no salen en la tele ni en el Boletín Oficial del Estado. Hay quien tiene que sacarse una beca para poder permitirse estudiar el año que viene, hay quien trabaja y estudia y no puede ir a esa huelga porque su familia necesita el dinero para salir adelante, hay quien simplemente no opina igual que los manifestantes y eso es igual de respetable. 

No veo lógico que se clame por la libertad y los derechos y se obligue social y moralmente a los demás a clamar también, puedan o no permitírselo, crean en los clamores que se braman o no. De nada sirve procurar un objetivo general si en cada uno de nosotros hay un pequeño dictador social, si no dejamos a un lado los prejuicios y los lastres que suponen las ideas fijas e inamovibles. 

Si no empezamos a cambiar las cosas a pequeña escala, en nosotros mismos y en nuestro entorno inmediato, de nada nos sirve luchar por objetivos mayores. Porque una montaña se sustenta en su base, la azotea de un edificio sobre los pisos más bajos y las cúpulas de las catedrales sobre pilares más pequeños. No conseguiremos objetivos grandes si no arreglamos primero esas pequeñas cosas. Al menos esa es mi creencia y mi opinión. 

No pido que me den la razón con todo esto (que si me la dan lo agradeceré y me sentiré apoyada) sólo que se haga un acto de reflexión, y que aquellos que estén pensando en manifestarse mañana, cosa que me parece loable, piensen en mis palabras. No es menos español o menos estudiante el que decide no manifestarse para ejercer su derecho al estudio.