miércoles, 29 de septiembre de 2010

Tengo el pelo enorme

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La relación entre mi pelo y yo ha sido de amor-odio desde el principio de los tiempos. Cuando era pequeña lo odiaba, porque cada vez que me tocaba peinarme sufría los horrorosos tirones derivados de los nudos que se me formaban al tener el pelo lacio, fino y largo. Y fui creciendo, a mi madre le encantaba dejarme el pelo largo, pero a veces me lo cortaba tipo melena francesa, y pasaba épocas sin tirones ni dolor de cabeza XD. 

A medida que dejé de ser una niña, mi pelo adquirió fuerza, y empezó a crecer más rápido. Ahora me peinaba yo, y era distinto. Como peinarse ya no era un sufrimiento, me empezó a gustar mi pelo. Y lo dejé crecer. Cuando tenía 15-16 años, lo llevaba por las caderas casi. Tenía una envidia de melena. Brillaba, tenía color natural, era sana, fuerte. Arreglaba eventualmente las puntas abiertas, y me daba forma de vez en cuando, pero siempre el pelo largo. 

Cuando estaba terminando el bachiller y entré en la universidad, tuve un par de años turbulentos. De esos que te hacen estar harto de la vida y de todo y querer cambiar de raíz. Y ¿qué era lo que primero podía cambiar? Mi pelo.

Fui a la peluquería y dejé que experimentaran con mi cabeza. Salí de allí con un corte asimétrico genial. Durante algunos días sentí que había hecho lo correcto, porque la verdad es que cuando salí de la peluquería el corte era precioso. Pero cuando empezó a crecer un poco, me llevé las manos a la cabeza... Parecía que una cabra había estado pastando por mi pelo, y me había dejado boquetes de pelo corto y zonas de pelo largo. 

Así que poco después volví a la peluquería, esta vez para igualarme todo el pelo y dejármelo crecer. El resultado fue aún más desastroso. Había zonas de pelo muy corto y partes que estaban muy asimétricas, así que la peluquera tuvo que hacer un corte radical... Me quedé que parecía un caniche. Pero ella me aseguró que crecería bien y bonito, que casi no tendría que ir a la peluquería.

Y la verdad es que así fue. Aunque pasé unos meses en plena relación de odio con mi pelo, a medida que fue creciendo vi como volvía a sus orígenes. A ser una melena sana, fuerte y bonita. Y lo dejé crecer nuevamente. De manera que ahora vuelvo a tener una longitud considerable, que empieza a sobrepasar la cintura. Llevo meses sin ir a la peluquería, porque ni siquiera las puntas se me han estropeado (normal, casi no fui a la playa en verano XD)

Me gusta tener el pelo largo... Pero últimamente vuelvo a sentir esa necesidad de cambiar cosas. Y como siempre, lo primero en lo que pienso es en mi pelo, pero me da miedo arrepentirme después. No sé, ¿me lo corto o no? XD

viernes, 17 de septiembre de 2010

Bisexualidad y bifobia

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En medio de un ataque de indignación social y personal, he encontrado algo curioso en wikipedia, y eso que esta página no es precisamente mi predilecta. Considero que tiene muchos errores, pero cuando leo algo como lo que he leido, no me cabe duda de que si alguien lo incluyó allí es porque existe, y porque muchas personas piensan con o aquejan  de una gran falta de tolerancia:

"La bifobia es un neologismo que se refiere al rechazo hacia las personas bisexuales o hacia la bisexualidad misma. Se refiere al punto de vista de que las personas deben pertenecer obligatoriamente a alguna de las otras dos orientaciones sexuales: heterosexualidad u homosexualidad (monosexualidad obligatoria). Las personas bisexuales pueden ser objeto de ataques bifóbicos pues se les exige una supuesta “definición” de su orientación sexual en términos dicotómicos de una u otra; sin embargo, la bisexualidad es una orientación tan definida como las otras; aparte de eso, otras motivaciones para tal rechazo son dadas por un "estereotipo" muy difundido sobre la comunidad bisexual: la supuesta promiscuidad inherente a su condición sexual, y rumores malintencionados acerca de que la comunidad bisexual es responsable de difundir entre las comunidades homosexual, heterosexual y la misma comunidad bisexual, distintas enfermedades sexuales como la sífilis, el sida o el herpes genital, entre otras, por la misma promiscuidad de la que son acusados, además de su capacidad en la mayor parte de los casos de trascender de su propia comunidad y adentrarse dentro de las comunidades homosexual y/o heterosexual indistintivamente con fines sexuales y/o en la búsqueda de pertenencia a una comunidad distinta a la suya.

Los estereotipos bifóbicos incluyen, entre otros, la promiscuidad, poligamia, intercambio de parejas, estar confundido o ser libidinoso. En algunos casos, se acusa a los bisexuales de haber traído enfermedades de trasmisión sexual a la comunidad heterosexual o incluso a la comunidad LGBT. De este estereotipo deriva aquel según el cual una persona bisexual podría tener sexo con cualquiera. A menudo, los heterosexuales añaden más estereotipos basados en la homofobia. Los homófobos pueden pensar que los bisexuales no están a gusto con su sexo biológico. A veces los homosexuales consideran que los bisexuales conservan su reputación y colaboran con homófobos mientras distrutan simultáneamente de la vida LGBT. Algunos consideran bifóbica la creencia de que la gente se divide entre heteroxuales y homosexuales, y que por tanto la bisexualidad no existe."

Y yo me pregunto, ¿por qué demonios uno no puede vivir tal y como siente que debe hacerlo? ¿Por qué por no darle importancia a algo como puede ser la distinción entre sexos, por querer a una persona y no a un hombre/mujer has de ser necesariamente un cobarde que no se atreve a asumir su verdadera sexualidad y/o un vicioso? ¿Por qué no puede existir la bisexualidad? ¿Es acaso algo malo saber valorar a alguien mas allá de lo referente al género? 

¿Por qué la homosexualidad comienza a estar bien vista (que es algo que apoyo y de lo cual me alegro, ojo) pero en cambio si le hablas a alguien de la bisexualidad por lo general comienza a poner caras extrañas y a considerarte de otro modo mucho peor y distinto? ¿Es que ser bisexual no es acaso otra identidad sexual como cualquiera? ¿Y serlo te hace ser peor o menos persona?
Simplemente no lo entiendo.

Por si las moscas: LGBT=Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales

domingo, 12 de septiembre de 2010

El Conde Vrolok y mi rejo de maruja

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Lo reconozco... Aunque luche con todas mis fuerzas, cuando se presenta ante mí una telenovela contundente, de esas cargadas con pasión, tragedias, lios amorosos, música impactante para los momentos clave y relaciones imposibles que te mantienen en vilo durante los chorropetecientos capítulos que suele durar este tipo de series, no puedo evitar quedarme mirando, extasiada, absorbida totalmente por lo que se presenta ante mis ojos. 

Y normalmente intento evitar los canales que emiten telenovelas, o intento no buscarlas por youtube, ni meterme en páginas para ver series online los días que no salen las series que normalmente sigo (ahora sólo veo True Blood, que sale los lunes) porque acabo terriblemente enganchada a una telenovela y al final pierdo mucho tiempo. Pero el domingo pasado True Blood no se emitió en el canal americano HBO, de manera que, el lunes pasado, no estaba disponible en la página que suelo visitar en estado de desesperación para ver el nuevo capítulo. Tenía que esperar una semana más... Y no podía soportar un lunes sin ver una serie.

Así que caí. Busqué alguna serie nueva para ver... Y encontré una... Vaya si la encontré... Tenía todos los factores para que terminase enganchada: ser una telenovela, estar ambientada en el siglo XIX (lo que hace que las mujeres lleven unos vestidos precioooooosos), y tener criaturas sobrenaturales en su argumento (para una jugadora de rol empedernida como yo eso significa el enganche inevitable, sobretodo si lo sobrenatural está bien tratado, como es el caso) Además, es "contundente", está "cargadita" de esas cosas que me encantan de las telenovelas.

Desde entonces, llevo una semana enganchadísima, viendo ininterrumpidamente cada noche unos cinco capítulos de "El Conde Vrolok" que me tiene suspirando cada vez que veo al protagonista XD que se ha convertido en mi nuevo amor platónico. 

Ya lo ven... En el fondo hay una maruja en mí que arde en deseos de ver telenovelas XD y dudo que eso se cure con la edad... Aysh.


jueves, 9 de septiembre de 2010

De visita al médico

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Hoy me ha tocado ir al médico. El gripazo que me pillé por último me dejó como recuerdo una tos horrorosa, de esas que hacen que suenes como un motor de cuerda antiguo intentando arrancar, una "tos productiva" en términos más sanitarios. Y si esto es molesto para la mayoría, para quien es asmático es una verdadera cruz. 

Una gripe simple puede dejarte para el arrastre. En mi caso llevaba casi tres meses sin a penas asfixiarme, con episodios de asma muy aislados. Yo ya estaba más feliz que unas pascuas con eso, y pensaba que hasta por lo menos noviembre-diciembre, no volvería a decaer, y podría prescindir del uso continuado del aerosol. Pero la gripe me rompió los esquemas.

Llevo una semana con unas noches estupendas. De toser y toser hasta quedar extenuada, y cómo no, acabar asfixiándome. Estoy teniendo que usar el aerosol una media de cuatro veces por día. Y ya ayer me encontraba tan cansada y  apática que me dije que tenía que hacer algo. Así que me metí en el servicio de cita previa-online del Servicio Canario de Salud (es una de las pocas cosas buenas que tiene XD) y pedí consulta para hoy, pudiendo elegir la hora libremente.

Y esta mañana me pasé por el centro de salud. En cuanto llegué vi que de nuevo me habían cambiado de médico (ya van 4 veces, entre jubilaciones de médicos y sustituciones de los que se jubilaron, y eso en menos de 2 años...) porque habían dejado un cartelito en la puerta de la consulta, diciendo que los pacientes de mi anterior médico pasaban al doctor "insértese nombre y apellidos".

Después de esperar una eternidad, ya que la mayoría de los pacientes en la sala de espera eran personas mayores, y ya se sabe que en muchas ocasiones pueden confundir la consulta del médico con el diario de Patricia, pude entrar. 

De primeras me llevé una buena impresión, porque el médico se levantó a recibirme. Esto es un detalle que muchos no tienen en cuenta, y que nuestro profesor de Procedimientos Clínicos nos repitió hasta la saciedad. Seguidamente me ofreció asiento, y se dispuso a escucharme. Su actitud era bastante correcta, mostrándose abierto a que le preguntase cualquier cosa, y suscitando confianza en su paciente, que en este caso, era yo. 

Quizá otra persona no se fijaría tanto en esos detalles, pero yo estoy aprendiendo para ser médico el día de mañana. Así que me fijo bastante en cómo se comporta el médico que me atiende. Y en esta ocasión observé buenas formas. En ningún momento me cortó, ni tampoco se puso a escribir en el ordenador de la consulta sin mirarme (actitudes que hacen muchas veces que el paciente se guarde datos que podrían ayudar a orientar un diagnóstico) De manera que, al final el cambio de médico ha sido productivo, porque el que tenía antes no me agradaba del todo. Ojalá este médico me dure más tiempo que los anteriores XD

De la consulta salí hacia el área de urgencias. El médico me mandó a estar allí, en el centro de salud, con la mascarilla, el oxígeno y demás un ratito, porque estaba muy trancada. Al parecer tengo los bronquios bastante tupiditos y voy a tener que tomarme unas cuantas cosas que me han mandado durante una semana. 

Y después me fui a casa. Medio en la higuera, después de estar unos 40 minutos respirando oxígeno medicinal con aerosoles, pero aliviada. Me noto mucho menos trancada ahoramismo. A ver si esta noche descanso :-(

jueves, 2 de septiembre de 2010

Empezamos septiembre con "buen" pie

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Como viene  a ser costumbre, cuando a uno le pasan cosas buenas, después debe enfrentarse a esa fuerza cargada de leyes de Murphy y contrariedades de la que hablo continuamente en mi blog... El Karma. Porque después de un par de semanas tranquilas, en las que aunque haya tenido que estudiar no han habido demasiados sobresaltos, algo malo tenía que pasarme, y yo ya me lo olía.

Ayer empecé el día sintiendo que me iba a poner mala. Con ese mal cuerpo tan típico al que los proyectos de médicos y los que ya lo son llamamos "astemia". Y es que en mi casa han ido cayendo como moscas, y se han estado sentando en la mesa de mi ordenador, y tumbándose en mi cama, con lo que al final tenía un excelente compendio de muestras entre las cuales elegir para contagiarme del gripazo que fui desarrollando durante el día y que hoy me ha tenido tumbada.

Como no era recomendable que saliera de casa, le pedí ayer a mi novio que preguntase por mí la hora en la que hoy tenía lugar el examen de Radiología General. Él preguntó en conserjería, en donde tienen un listado con todaslas reservas de aulas, y la eficiente funcionaria que allí se encontraba rezó "Es a las 11 y media"

¿Por qué iba a desconfiar de la información que me da el personal de la facultad? Además, no tenía otra forma de mirar la hora. Los profesores de la asignatura no se habían dignado a mandar una maldita convocatoria al correo electrónico de los alumnos, y no atisbé ningún cartel en el panel de información de la facultad cuando fui a la biblioteca hace un par de días. 

Total, que me pongo el despertador a las 9.30 para estar allí con tiempo, después de todo, era a las 11.30 y así podía desayunar tranquila y ducharme y toda la parafernalia. Además, estando con el gripazo tenía que tomarme el paracetamol tempranito, para ir ya más espabilada al examen, sin tanto malestar. 

Cuando me desperté hoy me dio por mirar mi gmail, el cual uso también para comunicarme con mis compañeros de clase... Y leo un correo de uno de mis compañeros que decía lo siguiente: El examen de Radiología es de 9 a 11 y media. Suerte. 

Y acto seguido hago una tirada de autocontrol (vamos, que intenté no perder los nervios pero no conseguí mucho éxito) Y entrando peligrosamente en modo Berserker, busco el número de la conserjería, para comprobar que esa información era cierta.

Da la casualidad de que la funcionaria eficiente y sus compañeras debían hallarse lejos de su puesto de trabajo, probablemente desayunando, para variar,  y durante la media hora que estuve llamando, mientras me vestía y me chutaba a paracetamol, nadie me cogió el teléfono...

Al final decido ir a la facultad, y cuando llego me encuentro a una compañera de clase saliendo del recinto. Le pregunto "¿Acabas de salir del examen de Radiología?" y con su afirmación posterior, consigo comprobar que la funcionaria de conserjería es una imbécil y no sabe mirar una maldita hora, y que he perdido la oportunidad de quitarme de encima una asignatura que llevaba dos semanas estudiando... Bien... 

Hice un esfuerzo por esbozar una sonrisa y disimular mi alterado estado de ánimo, y me senté en uno de los bancos que se encuentran en los alrededores del aulario. Respiré hondo. Estaba mareada, con fiebre, dolor de cabeza, de oidos, de garganta y hasta de muelas... Allí... Bajo un calor de justicia, en la facultad, para nada... Encima llamo a mi madre, que no hizo más que desesperarme durante todo el proceso, para confirmarle que había perdido la convocatoria y no se le ocurre otra cosa que ponerse a reprocharme y a decirme que me tenía que poner a estudiar ya el próximo examen... Ole, sensibilidad total. 
Afortunadamente mi novio estaba disponible al otro lado del teléfono, y pude llamarle y llorarle mis penas. Cogí la guagua en pleno estado de semidesintegración, y tras caminar de la parada a mi casa lo que me pareció un trayecto infernalmente largo en aquellas circunstancias, pude llegar, quitarme la ropa, ponerme el pijama y meterme en la cama. 

No quería saber nada de nadie durante un gran rato. Y mi madre debió comprender que tenía un cabreo impresionante, porque durante toda la mañana estuvo más callada que en misa. Ni siquiera la oí hablar por teléfono.